jueves, 4 de agosto de 2011

Columna publicada en Récord el 26.04.2011 con la 'Anécdota-Garay'

Senna

Por Luis Manuel López

Hay dos formas de conocer y reconocer a Ayrton Senna. La primera, como es tradicional, admirando al gran símbolo del automovilismo en aquellos años, un piloto prodigioso, triunfador natural. El hombre que pudo marcar a una generación completa e inspirar a la siguiente.

YO LO CONOCÍ ASÍ…Una vez, Gran Premio de México 1987. Un buen amigo brasileño, Sergio Rodrigues, quien por esas fechas era reportero del diario Jornal do Brasil y amigo cercano de Senna, nos puso a Enrique Garay y a mi frente al entonces piloto de Lotus justo al terminar la primera práctica de viernes.
Así se veía el día que lo conocí...

Estaba sentado sobre una barda, descalzo, con sus lentes a media nariz, el nómex amarillo enrollado alrededor de su cintura. "No es una entrevista", nos advirtió. “Por un momento que los periodistas dejen de existir”, dijo y preguntó enseguida por: “…mexicanas bonitas… ¿Dónde las tienen?”. Su tono, en efecto, era de reclamo, burlón y, al final... reímos.
Tenía siempre un momento de simpatía y genialidad, en el que podía hacer que todo cambiara de tono, que todo cambiara de ritmo. Durante un Gran Premio de Canadá, rodeado por no menos de 25 reporteros, se puso a hablar en todos los idiomas.
Dio declaraciones en alemán, inglés, italiano, francés, y llamó a los periodistas de TV Asahi antes de que lo abordaran y les pidió que le aclararan cómo podía dirigir un mensaje en japonés al acabar su entrevista. Fue espectacular.
Me tocó tenerlo frente a frente después de eso y, para variar, yo estaba tan nervioso que pregunté en inglés algo que no entendió. Me tomó de las manos y echó el micrófono de nuevo hacia mi boca y, con una mirada paternal, dijo: “Tranquilo, volvamos a empezar...”.
Y TUVE OTRO EPISODIO, fue durante una entrevista programada uno-a-uno tras la conferencia de prensa de los pilotos Marlboro en un hotel de la ciudad de México. Desfilaron Prost y Jean Alesi, después Gerhard Berger y el momento culminante era: Ayrton.
Por ser de casa me tocaba primer lugar, pero el hombre de relaciones públicas, un español de nombre Mario, me pidió que cediera el lugar a unos colegas de Costa Rica que tenían señal vía satélite por finalizar. Accedí e hicieron una buena entrevista, muy alegre y animada; Senna fue un caramelo.

Con Prost, sobre el MP4/4
Cuando fue mi turno, lo saludé de mano, correspondió muy bien y arranqué la primera pregunta en español, fue acerca de su herida en la cabeza, producto de un accidente en jet-esquí. “¡Mario!, ¡yo ya hablé en español…!” gritó antes de responder. Me miró como una puñalada y me dijo: “Entiende que no voy a hablar en el mismo idioma dos veces”.
El tal Mario trató de dialogar con él, pero estaba de muy mal humor, y yo perdiendo tiempo porque debía entregar las otras entrevistas cuanto antes. Dije: “Ni modo, vámonos. Gracias…” Pero Senna se levantó de la silla, tomó una botella de agua y poniendo su derecha en mi cara, haciendo la V de la victoria me dijo: “¡Sólo dos preguntas!”. Le saqué el empate.
OBSERVAR SU DOCUMENTAL, es la otra forma de reconocerlo. Al menos para mi. Y fue poniendo mucha atención a todos sus movimientos, sobre el auto y fuera de él. Las escenas que nutren esta película son un extraordinario documento sobre el lenguaje corporal que decía lo que Senna no hablaba. Era el lenguaje corporal de una gran figura tratando de mantenerse en la zona del ser humano.
Antes no era fácil reparar en ese tipo de detalles, como por ejemplo, cuando se echaba a un lado para conversar, se colocaba de costado de su interlocutor, como si fuera a huir en el siguiente instante. un detalle que en la película se muestra en apogeo cuando es presentado con Alain Prost en McLaren. Su actitud es completamente defensiva.
También su forma de caminar, siempre era muy cuidadosa como no queriendo dar ni un sólo paso en falso, pero al mismo tiempo alerta. Casi era nervioso para utilizar sus manos, muchas veces las colocaba -con ademanes distintos- entre su rostro y la demás gente comop para escudarse.
LO RETRATA PERFECTO como piloto, como hombre y como leyenda. Pero lo mejor es que nos lo muestra más allá de la teoría. Nos pone a Senna en la práctica, manejando, caminando, sonriendo, enojándose, en fin...

Su 'detalle' en la peraltada...
Senna era tan abierto que dejaba ver todo su juego y no tenía otra que llevar a cabo todas y cada una de las cosas que decía. En una frase de la película se habla de su ‘profundo amor por la verdad’ y Ayrton era justamente eso: un interminable acto de transparencia del que hasta él tenía que protegerse.
Una de sus frases dice: “Ser piloto de F1 es como ser una fortaleza, no debes dejar que pase ninguna de las amenazas al interior”, la he comprendido mejor tras ver la película, tras verlo jugando en las olas de Angra dos Reis, así, como muy pocos le conocieron de verdad. Inolvidable.

2 comentarios:

  1. que buen recuerdo del Maestro Senna
    ya espero que pronto se pueda conseguir por aca
    gracias!!!

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  2. La historia que relatas es increíble, no cabe duda de que Senna era un genio dentro y fuera de la pista... aprovecho para preguntar si ya sabes que el McLaren MP4/6 con el que Ayrton ganó pro primera vez en Interlagos y se coronó como campeón en 1991 será subastado?? Gran columna, gran blog... el link de la nota que te comento
    http://agenciapalomec.blogspot.com/2011/08/subastan-auto-de-ayrton-senna.html

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