lunes, 31 de octubre de 2011

Never Stop, Greg...

Por Luis Manuel López

DOCTRINA MOORE...
En las carreras de óvalo el rebase por fuera es una de las maniobras más temerarias, no hay adherencia, el control es mucho más sensible, hay suciedad, polvo, terreno impredecible... letal. El gran apostol de esa doctrina fue el increíble Greg Moore quien dejó la vida tras uno de esos escalofriantes episodios.
Le conocí el día que ganó una carrera de Indy Lights en Detroit lapeando a casi todo el plantel. Después, cuando debutó el CART lo hizo de manera fulgurante pues en Homestead se dio el lujo de pasar por fuera a Michael Andretti para llegar en sexto su carrera uno.

Su primer triunfo fue al año siguiente y pasando por fuera, de qué otra forma, le ganó en la Milla de Milwaukee a Paul Tracy. Era su maniobra favorita. Lo entrevisté al respecto antes de la carrera en el superóvalo de Michigan con estas palabras:
"¿Vas a buscar otra vez rebasar por fuera?", la respuesta: "¡Never stop!", fue una época donde muchos se cuidaron de realizar esos osados desplantes.
Moore era un gran tipo, amable, educado y abierto. Varias veces pasé por su auto antes de las arrancadas y siempre devolvió el mensaje de buena suerte, platicámos algunas veces y un día me ayudó a tener acceso al podium en la carrera que ganaron Zanardi, Moore y Fernández en Rio de Janeiro. Creo que fuimos amigos.

FONTANA...
En 1999 el fin de temporada estaba listo en el superóvalo de California. Greg se fisuró un hueso de la muñeca derecha el sábado, cuando se produjo un ligero accidente al dar un autógrafo a una admiradora.
Lo vi con la mano lastimada, perdonen que lo diga pero coincidimos en el sanitario y le pregunté si había problema. Me dijo que no, que sólo le dolía un poco, y que el médico lo revisaría antes del warm-up para darle luz verde. En fin... never stop.
Para la transmisión de televisión donde yo participaba, se habían hecho arreglos a fin de contar con Roberto Moreno como comentarista invitado en la cabina, pero Puppo comentó que tendría que permanecer listo para correr pues Gerry Forsythe le había dicho que sería el remplazo de Greg.

Tras el calentamiento, Moreno avisó que sí estaría en nuestra transmisión aunque comentó, a manera de buena anécdota, que el nómex que se había probado de Moore le quedaba grandísimo. Reíamos y bromeábamos.
Arrancó la carrera, Moore, en último lugar y en la vuelta nueve ya venía volando sobre la curva dos para adelantar a Ritchie Hearn y ganarle el décimo puesto, llegó a la curva tres por fuera pero algo salió mal...
Sistemáticamente me niego a ver el video de ese accidente porque en aquellos momentos, al estar describiendo la escena en vivo, vi sus brazos desarticulados y sin fuerza salir del auto. Es muy doloroso.
Roberto Moreno no tardó en soltar lágrimas, sabíamos que el accidente era mortal, pero uno como comentarista nunca se debe atrever a decir eso si no es que alguien antes lo hace oficial. El control de carrera se mantuvo hermético por mucho tiempo y seguir hablando al micrófono así, era una verdadera pesadilla... ¿Llorar, levantarse? imposible. La carrera siguió.
Adrián Fernández, ejemplarmente, se concentró en lo que ocurría en pista y ganó. No hubo emoción para ese triunfo, desgraciadamente. Me tocó ver momentos más tarde a mi querido compadre desfallecer de llanto incontrolable al saber de la muerte de Greg, que se confirmó mientras los autos corrían.

MI DUDA...
En el camino de la pista al hotel, en el restaurante donde cenamos, El Torito de Ontario, California, llegó la familia de Juan Pablo Montoya que ahí había amarrado el campeonato. Se reunieron muy discretamente los Montoya a cenar comida mexicana por el logro del gran piloto de Ganassi Racing. Nos descubrimos de una mesa a la otra nos levantamos y saludamos en silencio. Después, cada quien a lo suyo.
El vuelo de regreso fue infame... pensar sin parar. Recordar que hablé con Greg horas antes y que estaba tan determinado a no dejar de correr que me dejó la duda eterna: ¿valió la pena?
Greg Moore fue el mejor piloto que jamas he visto pasar por fuera y su vida la cobró su mejor maniobra.
Nunca antes la muerte de un piloto había sido para mi tan cercana y fulminante. Yo creía que sabía lo peligroso que es el automovilismo, pero en esas horas me desengañé por completo. Uno nunca sabe.

LA VUELTA...
Abrí la puerta de mi pequeño departamento, abatido. Mi esposa acudió al apoyo pues sabe lo que pasa cuando las carreras son tan terribles... uno se desploma. Apenas vi sus ojos entró una llamada de colegas colombianos que me entrevistaban para la radio y hablé tan profesionalmente como pude apuntalando la voz que, en el ambiente familiar se me quebraba sin control, y se escuchaba por todos lados.
Mi hija Regina estaba muy pequeña, tenía dos años y dormía en ese momento sobre su cama. El ruido no fue lo que la despertó fue, finalmente, una lágrima.
Never stop...

7 comentarios:

  1. Recuerdo tristemente ese dia. Jamas imagine que fueras tan cercano a Greg. A muchos seguramente nos peso bastante, su carisma trascendia la pantalla. Que tiempos aquellos. Añoro esa CART. Muy emotiva nota! Gracias.

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  2. Si hay una carrera de Cart que recuerde mas vividamente, es precisamente esta que acabas de narrar, al leer tu nota, la hiba recordando casi paso a paso con la misma tristeza y pesar de la primera vez, quizás solo se compare en el recuerdo a aquella en la que Adrian Fernandez ganó su primer carrera, evento tambien oscurecido por la tragedia. Me uno al comentario anterior, extrañamos esa Cart de aquellos días.... Un abrazo¡¡¡¡

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  3. Chacho, el recordar esa carrera, tan emocionado por la victoria de Adrian, que aun hasta el día de hoy es un ídolo para mi, y a la vez triste por la tragedia de Greg, me hizo dimensionar el deporte motor de una manera como nunca la había visto. Si bien recuerdo la primera carrera ganada por Adrian, también marcada por la tragedia, no logré vislumbrar en ese momento puesto que era pequeño de edad y era la primera vez que oía hablar del "Cuate" gracias a mi padre.

    Al ver el documental de Senna, no pude dejar de sentir un nudo en la garganta y una admiración tan profunda por alguien a quien dedico su vida completa a alcanzar sus sueños. No imagino el dolor y la tristeza que causo a mucha gente la tragedia de Greg, sobretodo, gente tan cercana y haber vivido tan de cerca ese día.

    Felicidades por mantener vivo el recuerdo de Greg Moore, gracias por recordar lo grande que fue como piloto. Gracias por mantener viva la hsitoria del automovilismo para las generaciones, pero sobre todo ahora, por acompañar la historia contemporánea de una época dorada para el automovilismo Mexicano.

    Never Stop!

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  4. Fue una gran epoca de la serie Cart...tuve oportunidad de ver varias carreras en vivo...extraordinarios pilotos...y recuerdo ese dia en particular el espantoso accidente...como nencions Chacho l8s brazos sin control de Greg no eran una buena señal...gran rival de Adrian Fernandez en particular...tenian siempre un duelo entre ellos...y siempre el deseo era que Greg no le ganara...pero nunca de esa manera

    Never Stop

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  5. Que Epoca... la ChampCart estuvo mas emocionante que la F1 sin discusion alguna, pilotos que dieron batalla en cada carrera, mis favoritos Montoya Y Fernandez con ese sabor latino, al igual que Greg el Gonchi, nunca se rindieron a pesar que este ultimo, apenas daba sus primeros pasos por este serial, que gratos recuerdos y grandes emociones de esta serial.

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  6. Uno de los mejores de la indy cart,
    Un privilegio leerte recordando a Greg. Objetivo siempre Chacho

    Un abrazo grande. Gracias

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  7. Ese momento y el Zanardi con sus piernas nunca se te borran de la mente. No sabía que lo habías vivido tan de cerca. Oyes la transmisión en vivo y como son tan profesionales no lo notas. Saludos y felicidades por tantos años en tu carrera ahora en F1. Y felicidades a Adrian por tantos momentos emotivos que no hizo vivir.

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