miércoles, 27 de julio de 2011

Recuerdo de Moisés Solana, a 42 años

Nunca está de más mirar a la gran estatura deportiva que tuvo Moisés Solana, un atleta de prodigiosas cualidades. Afirman que era un pitcher de primera en el beisbol, le gustaba practicar el boxeo como medio de entrenamiento, pero con la cesta punta fue un sobrenatural ya que en el frontón llegó a ser considerado como el mejor delantero del mundo y, por supuesto, Moisés destacó como un implacable piloto de carreras.

Solana heredó el abolengo automovilístico y le extrajo tantas victorias que en el mundo de las carreras de México, se le reconoció como el piloto más completo de todos los tiempos gracias a sus triunfos sobre toda clase de autos como son turismos, prototipos y monoplazas.
Mantuvo cerrado duelo con Ricardo y Pedro Rodríguez, el cual quedó marcado en el Gran Premio Independencia de  1962, donde le ganó al 'Chamaco' en el Autódromo de la Magdalena Mixhuca, sobre una pista casi inundada bajo fuerte lluvia y ahí martilló su gran fama haciéndose respetar por todo el medio.
En Fórmula Uno participó en ocho grandes premios, destacando su actuación en el de Estados Unidos 1967 donde consiguió mejorarle un tiempo a Jim Clark en la pista de Watkins Glen. Mejoró a Clark también con un F2 de Ferrari en Módena y rechazó la oferta de correr para la Scudería ya que el deseaba solamente competir en F1. Desgraciadamente su carrera en la máxima categorñia se vio muy afectada por fallas mecánicas que eran demasiado comunes en la época, pues de lo contrario, con seguridad podía haber escalado a mayores alturas.
Una de sus grandes victorias y la primera internacional de un piloto mexicano en México, fue en la Carrera Cd. de México de CanAm en 1968 a bordo de un prototipo McLaren, batiendo fácilmente a muchos de los principales astros norteamericanos de la época.

Moisés falleció al correr en el hill-climb Valle de Bravo-Bosencheve, un 27 de julio de 1969 cuando, según relatan, se impactó contra una guarnición y el auto volcó vioolentamente quedando de cabeza en una cuneta profunda, atrapando al piloto enmedio de un incendio terrible. Duró dos horas antes de poder ser extraído. Paradójicamente no se registraron huellas de algún derrape, o derrame, por lo que el accidente permanece con un velo enigmático. Descanse en paz el gran Moisés, a 42 años de su pérdida.

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