Columna publicada en el diario Récord

Calma, pero sin miedo…

Luis Manuel López

Yo soy de la idea de que si te llaman para correr en Ferrari, lo menos que puedes decir es: “¿Dónde firmo?”, “¿A qué hora debo llegar?” o “¿Cómo quieren que me vista?”. Es una oportunidad que jamás debes dejar pasar.

Pero, si llegara esta opción cuando tenemos apenas una carrera completa de Sergio Pérez en la Fórmula Uno, es inevitable tener un par de dudas y, creo que muy genuinas. Por ejemplo: ¿es el momento adecuado para que lleguen las grandes especulaciones?

O bien, que un piloto mexicano joven y con un futuro promisorio llegue a encerrarse en una formación poderosa que evidentemente privilegiará a Fernando Alonso por encima de cualquier cosa, ¿será de utilidad en su futuro?.

Mi teoría…

Para responder estas preguntas aplico el esquema de vida que le ha tocado a Pérez y lo obtengo por la relación que tiene con la columna anterior que publiqué aquí en Récord, donde traté de dibujar el ‘character building’ o la formación de carácter de este piloto mexicano: Duro y a solas.

Mi respuesta para ambas dudas es. Sí. Que vengan los rumores y que se hable del Checo en todos los círculos, de buena y de mala manera, no importa. Él tiene que aprender a lidiar con la presión mediática que en estos momentos no viene solamente de México, o del país de origen de la noticia, en este caso Italia, sino que que es el torbellino mediático que representa la F1.

Para ser un gran campeón, Checo debe ser un tipo de personalidad dominante, líder, y me atrevo a decir que hasta arrogante, para defender su postura por encima de cualquier cosa. Recordemos aquí una de las mejores frases de Ayrton Senna: “La mente del piloto debe ser dura, alta, resistente como una fortaleza, para que ninguna amenaza llegue al interior”.

La cosa es calmada…

Por otro lado, una eventual llegada a Ferrari para competir al lado de Alonso es algo que tiene varios significados, pero todos ellos positivos: oportunidad de aprendizaje, un reto mayúsculo y la misión de trascender. A ese tipo de posibilidades, se les encara de frente y Checo está preparado. Sé que muchos piensan que es algo prematuro y, lo comparto. Hoy no es el día, me queda claro.

Pero debemos dejar de proteger a nuestros deportistas, tratando de llevarlos por la sombra, como si –de entrada- fueran incapaces de manejarse frente a la jungla de intereses de un deporte como la F1. Pérez ya se abrió de capa, plantó una declaración de superioridad apenas en su primera carrera y lo menos que debe hacer, es sostenerla pese a todo y contra todo.

Sergio Pérez es un piloto de primera línea, desarrollado para cosas grandes. Hay que tomar los rumores y los acontecimientos por día. Ferrari tiene mucho interés y no son improvisados a la hora de seleccionar pilotos. Por ahora, no quitar el foco a lo deportivo, pero evitemos limitar a Sergio. Con calma, pero sin miedo.

Malasia…

Es el gran reto que sigue en el calendario y uno muy difícil, debido a la complejidad que demandan el trazado y la climatología tanto para los autos, como para los pilotos. Es una pista de cambios constantes, de aceleración muy fuerte y de frenadas drásticas.

Sauber reconoce que es una prueba muy dura para el C30, que finalmente deberá decirnos si en verdad es un auto muy bien balanceado para enfrentar los grandes circuitos, y también es un desafío mayúsculo para la dupla de jóvenes pilotos de Sauber.

Especialmente para Checo Pérez quien por primera vez llega a un escenario conocido, ya que ahí corrió ya en la GP2 Asia durante la minitemporada de 2009. Uno de los grandes retos para Kobayashi y Pérez será entregar al equipo la información suficiente para una puesta a punto adecuada con los neumáticos.

La pista de Sepang es muy exigente con las llantas debido a la velocidad, la necesidad de tracción y las frenadas fuertes. Las llantas no durarán igual que en Melbourne y éste es un desafío opuesto para los chicos de Sauber.

Esperamos una carrera compleja en cuanto a la estrategia, pero también un reto de mayor complejidad, que deberá sacar lo mejor de los pilotos. ¿Habrá sorpresa? Lo dudo.